Cuando escribí La doctrina del shock estaba documentando crímenes del pasado. La buena noticia es que se trata de un crimen en desarrollo: todavía podemos detenerlo. Asegurémosnos que esta vez, por fin, ganen los buenos.
Si los liberales no prestan suficiente atención a esta realidad, corren el riesgo—como ya ocurriera en Wisconsin—de recibir un buen golpe antes de saber de dónde vino.
El país ha sido sacudido por dos asesinatos masivos en quince días, pero la posibilidad de restringir la circulación de armas sigue siendo tan remota como antes.
Las causas de Nueva York y Filadelfia son un llamado de atención a la policía y a las cortes para que hagan realidad la promesa de igual protección ante la ley para todos.
Al manifestarse a favor del matrimonio igualitario, el presidente Obama hizo más que “evolucionar” hacia una nueva posición: dio su apoyo moral a medio siglo de lucha por los derechos gay.